viernes, 19 de octubre de 2012

N U B E

   El silencio se va rompiendo
cada habitante del bosque
empieza a desplegar sus alas.
Poco a poco la sombras desaparecen
y ya la mano caliente del sol
comienza a acariciar el valle.

   El monte recobra vida
y la escarcha va muriendo.
Todo parece decir al unisono
que el día se ha presentado.                                                                
Pero allá en la vagüada,
sin que nadie lo haya notado,
como olvidada por los demás,
se ha quedado dormida una nube.

Una nube pequeña transparente.
intangible, de otro mundo.
Ella no sabe nada de raíces
ni nunca ha perseguido una presa.
Ignora la lucha del más fuerte
y desconoce la fragancia de una flor.
Es una nube que pasó la noche
entre dos montañas de la tierra.

Cuando despierte ya será muy tarde.
El sol que no perdona ni un centimetro.
La exprimirá entre sus dedos
y sin ella saberlo dará de beber
al más insignificante insecto.

Nube, sol, monte, agua...
cuántas cosas eres alma mía.
F.C.V.

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