Cuando te pido que me escuches
y empiezas a darme consejos
no haces lo que te he pedido.
Cuando te pido que me escuches
y empiezas a decirme por qué no debo sentirme así
estás pisoteando mis sentimientos.
Cuando te pido que me escuches
y sientes la necesidad de hacer algo por mí problema
me has fallado, por extraño que te parezca.
Así que por favor escucha, simplemente óyeme.
Y si quieres hablar,
espera un minuto, que sea tu turno;
y yo te escucharé a ti.
Origen desconocido.