Estropeado y ajado estaba, por eso el rematador
pesó que no ameritaba su escaso valor
dedicar al violín mucho tiempo
pero aún así lo mostró sonriendo.
Exclamó: "¿Cuánto ofrecen por el, buena gente
¿ Quién abrirá la subasta?
Un dólar, un dólar..ahora dos, solo dos.
Dos dólares, ¿quién dará tres?
Tres dólares a la una , tres dólares alas dos,
vendido en tres..." ¡pero no!
Desde el fondo del cuarto un canoso señor
adelantándose, el arco tomó;
del viejo violín el polvo quitó
y todas las cuerdas tensó,
ejecutó una melodía de pureza tal,
de dulzura cual canto angelical.
La música se detuvo y el subastador
con voz imperceptible y queda,
dijo:" ¿Cuánto me dan por el viejo violín?"
"Mil dólares...y quién dará dos?
Dos mil...Y quién dará tres?
Tres mil a la una, tres mil a las dos...
¡Vendido en tres mil" dijo el.
La gente victoreaba pero algunos exclamaban.
" Que difícil resulta entender esto...
¿Que cosa aumentó su valor? "Dijo el hombre"¡
¡" El toque de la mano del maestro¡"
Así son muchos hombres de vida desafinada
estropeada y desgarrada por el pecado,
ofrecidos cual baratija ante gente desalmada,
al igual que aquel viejo violín
Pero se acerca el Maestro y la multitud necia
nunca termina de entender esto
El valor de un alma y el cambio que opera
el toque de la mano del Maestro.
Myra Brox
Me encantó...
ResponderEliminarComo también me gustó tu blog.
Te dejo un fuerte abrazo.
HD
Gracias por leerlo.
ResponderEliminarMuy bueno kat, y con moraleja ademas !!
ResponderEliminarun besito