sábado, 13 de marzo de 2010

Este mes de Marzo me recuerda un poco los de cuando yo era niña. La verdad es que cuando llegaba Marzo ya sabiamos que eran días de viento, y claro el viento era frio normalmente, tambien había un refrán que casi siempre acertaba. En galego decían, Marciño Marzán po la mañán cariña de rosa e po la tarde cariña de can. Lo bueno de esto esque no nos llevabamos muchas sorpresas ,y los niños ya sabíamos que era un mes de ponernos al sol y donde hubiese abrigada, sobre todo si lo que hacíamos era estar contandonos historias que la mayoría de las veces oíamos a los mayores y luego las ampliabamos a nuestra forma de pensar.

La verdad era bonito juntarnos tantos chavales y chavalas, pues de aquella aún podíamos jugar en las calles. Vigo era una pequeña ciudad para unos, para otros un gran pueblo; eso dependía de donde fuera la persona que opinaba y también de la simpatía que nos tuviese a los vigueses.Lo mejor de todo era que no había peligro para poder jugar en la calle, pocos coches había en aquella epoca y en la calle del Pino que poco ha cambiado y la del Rosario venía una camioneta a traer las gaseosas que repartía por las casas, y !OH maravilla no había miedo a las personas extrañas pues todos eran conocidos y el buen hombre de la camioneta nos subía a todos en ella y nos llevaba hasta la esquina donde hoy está la Travesia de Vigo y Pizarro en cuyo lugar lo que había era un gran campo donde pescabamos renacuajos y luego bebiamos en la fuente que ahora no existe pues está lleno de casas.

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